Lo que comemos tiene un papel fundamental en el síndrome premenstrual. Antes y durante la menstruación las mujeres sufren un proceso inflamatorio que genera molestias, dolor e incomodidad. Una alimentación adecuada nos proporcionará los nutrientes imprescindibles para minimizar los síntomas y nos repondrá de las pérdidas ocasionadas durante este periodo.
Azúcares refinados o alimentos procesados.
Moderar el consumo de pastas y derivados refinados, golosinas o chocolate. Sustituí los dulces industriales por alimentos naturales más nutritivos y funcionales: dátiles, higos, fruta fresca o cereales integrales que sacian, disminuyen la ansiedad, estabilizan los niveles de azúcar en sangre, evitan los dolores de cabeza, el cansancio y las palpitaciones.
Reducir el consumo de carne, proteínas animales, grasas saturadas y alimentos grasos.
Estos alimentos aumentan los estrógenos que incrementan la aparición de las molestias principales del síndrome premenstrual, sobre todo en los pechos. Evitá la leche entera, lácteos grasos o los quesos curados.
Aceite Omega 3 y vitamina E. Optar por raciones moderadas de pescado azul y consumir frutos secos (unos 30 gr al día de nueces o almendras) sin sal y tostados, no fritos. Usar aceite de oliva para guisar o aliñar.
Vitaminas del grupo B. Tienen un papel esencial en el sistema nervioso. Ayuda al equilibrio del sodio y el fósforo y a eliminar el exceso de agua, aumenta los niveles de serotonina, evita desórdenes como la debilidad muscular o somnolencia que afecta durante la menstruación. Podés encontrar estas vitaminas en frutos secos, verduras de hoja verde o cereales integrales como la avena.
Vitamina C. Presente en kiwis, naranjas, coles de Bruselas, limas, pomelos, pimientos y tomates.
Fibra. Frutas, verduras, cereales integrales y el salvado evitan el estreñimiento y reduce el nivel de estrógenos.
Agua. Sin miedo a retener líquidos, hay que beber agua para eliminar los deshechos y que las funciones de nuestro organismo se equilibren correctamente para volver a la normalidad cuanto antes.
Hierro. Durante la menstruación se produce una pérdida de sangre y bajan los niveles de hierro en el organismo. Consume alimentos ricos en hierro como remolacha, mejillones, legumbres, sardinas o almendras. Siempre combinado con vitamina C para una mejor absorción del citado mineral.
Potasio. Agregá a tu dieta alimentos como dátiles, ananá y banana que también presentan serotonina, azúcares de absorción lenta y fibra. Otras fuentes de potasio pueden ser lechuga, tomate, patatas y verduras en general.
Magnesio. Encuéntralo en el germen de trigo,verduras de hoja verde, frutas y verduras, nueces, legumbres, soja y arroz.
Sal. Reducí el consumo de sal para evitar la retención de líquidos que ocasiona el sodio en nuestro organismo. Es recomendable que aquellos alimentos salados, encurtidos, aperitivos fritos o embutidos permanezcan alejados de tu dieta.
Serotonina para el ánimo. Este neurotransmisor influye de forma directa en los estados depresivos: depresión post parto, el síndrome premenstrual, la ansiedad e incluso las migrañas se manifiestan más cuando sus niveles están bajos. Si el nivel en sangre es alto otorga placer y sensación de bienestar, disminuyendo el deseo de comer harinas y dulces. Si el nivel de serotonina es bajo, incrementan los deseos de comer alimentos dulces. Los hidratos de carbono actúan directamente sobre los niveles de serotonina, por ello debemos escoger los alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción lenta y olvidarnos de los de absorción rápida para saciarnos antes y no cometer excesos.
Jengibre. Ayuda a reducir las náuseas, el dolor y la inflamación.
Alcohol. Evitá el consumo de alcohol y moderá el consumo de café. El alcohol produce más irritabilidad y ansiedad. El café suave se puede tomar pero sin abusar puesto que empeora los síntomas del síndrome premenstrual.
Deporte. Te ayudará a liberar endorfinas naturales que calman el dolor mientras lo practicas. Además te ayudará a reducir la inflamación y la retención de líquidos, te hará sentir más positiva y animada, reducirán la ansiedad y pondrán tu mente en forma para darte más determinación a la hora de escoger los alimentos más saludables.